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B1terman
Santiago García-Clairac |
¿De qué va?
Estamos en pleno siglo XXII, la tecnología ha avanzado enormemente, tanto es así que ahora nos encontramos en un sistema completamente digital, en donde dependemos de la tecnología hasta para encontrar pareja. En donde en una especie de microondas y teniendo los átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno, etc. podemos crear desde deliciosas tortas de chocolate, hasta pomadas específicas para cada mal. En donde todo es perfecto.
Un benevolente gobierno nos cuida, nos ampara y nos provee a cambio de que nos entreguemos ciega y completamente a su merced. Nada que no sea digital, es válido. No poseer un domino [el nuevo DNI], una netcom [un collar que te permite conectarte a la nueva internet y en donde obtendrás todo lo que deseas, incluyendo realidades virtuales] es sinónimo de ser nada, de no existir, y lo que no existe no tiene derechos.
Y así nos encontramos con la familia Bíterman. El día en que la familia conmemora un año más del deceso de la Señora Bíterman. Papá Bíterman: Jack Bíterman, es apresado en presencia de sus dos hijos: Max, el primogénito y Erik quien ante la arbitrariedad del arresto, opone cierta resistencia producto de su impulsividad es encarcelado.
Un encierro que cambiará su vida y visión del mundo para siempre. Dentro de una celda temporal será testigo de que no todo lo que brilla, es oro. De que el gran poder que Binary World [el benevolente gobierno] no es usado precisamente para el bien de todos, sino que es un poder opresor, injusto, que busca su único beneficio.
Con su padre encarcelado, Erik asumirá la misión de liberarlo, de demostrar la inocencia de su padre y la suya propia. Y en su camino, no solo descubrirá la verdad del pastel, sino que se enterará de grandes secretos, aunque claro, Erik es un personaje bastante despistado y digamos, que esos secretos se huelen desde el inicio, aunque también es vehemente, impulsivo, terco, pero tiene sus arranques de crío malcriad y engreído... que supuestamente lo haría más "real", pero cuando ya le han pasado ciertas cosas a lo largo del libro, que siga en lo mismo ¬.¬
En esta historia encontraremos también a Medusa, hermana de la líder del movimiento opositor al gobierno, movimiento clandestino y tildado de terrorista. Medusa es una chica analógica consentida [una analógica que está en camino a digitalizarse], que desconfía de Binary World y del perfecto mundo digital. Es firme, fiel a sus ideales, vehemente, una superviviente.
Unos secundarios interesantes como el misterioso y oportuno Stone, quien siempre estará cuando Erik más lo necesite. El oportunista de Flaubert, un geek de aquellos que trabajando bajo las órdenes del gobierno, ve la oportunidad de su vida para ganar algunos cuantos binarios [la nueva moneda del siglo xxii] y es descubierto con las manos en la masa y lo han apresado. La insoportable Miriam, la chica que según los test de compatibilidad es la media naranja de Erik, la novia que más le conviene, le entiende le apoya, la mujer con la que tiene un contrato matrimonial de cinco años con muchas probabilidades a extenderse.
Y como en toda historia que se precie, el villano. Que no es otro que el primogénito de los Bíterman, Max Bíterman. Un chaval de veinte años cuyo mayor sueño es convertirse en un oficial de la Policía Digital [la policía de Binary World], y que no cejará esfuerzos, ni traiciones ni odios con tal de ver cumplido sus sueños. Es también un personaje que detestaréis, y no por su malignidad y vileza, sino porque lo simple y llanos que resultan sus motivos.
Esta es una de esas historias que pese a tener una buena idea, el desarrollo de la misma, no me ha permitido perderme entre sus páginas y engancharme hasta tal punto que mi perspectiva sea la de alguien viviendo codo a codo las aventuras de los personajes. Todo lo contrario. Es de esas historias donde es fácil ver por dónde van los tiros, en donde con tener en tu haber un par de libros, comic y pelis de ciencia ficción, te impiden ahondar en sus profundidades, y terminas sobrevolando la historia, pronosticando cual vidente lo que les espera a la vuelta de la página.
Sin embargo la lectura no ha sido una total pérdida de dinero ni de tiempo. Hay cosas rescatables como:
- Lo bien narradas y descritas que están las escenas del encierro, en donde la pluma de Santiago dibuja las vejaciones, humillaciones y ultrajes a los que se ven expuestos sus personajes. Son escenas que indignan y te tocan la fibra.
- La acción que si bien es comparable a la que encuentras en las pelis típicas de acción con sus tiroteos y escapes milagrosos, la manera de describirlas, te permite ser partícipe de ellas sin que te pierdas o despistes sobre todo para alguien como yo que no soy muy buena con la orientación espacial.
Pero, como ya os imaginaréis a esta altura de la reseña, han habido algunas "cosillas" que no me han resultado verosímiles [muy aparte de lo futurístico que pueda ser el contexto] empezando por:
- Si nos venden la idea de un gobierno vigilante, intrusivo, controlador, como un magnánimo padre que nos priva de nuestras libertades en pro de cuidarnos, como es posible que durante medio libro observemos como nuestro valiente protagonista se la pasa alimentándose de comida chatarra? Claro eso lo hace más "realista" al estereotipo adolescente, pero incongruente con una sociedad en donde se busca perdurar y mejorar la calidad de vida de sus miembros y que te controlan hasta el punto de que es obligatorio estar conectado 24/7 a la netcom para que el gobierno sepa dónde estás, que estás haciendo, con quien.
- Otra cosilla que me ha chirriado es la extraña necesidad de calzar el romance en la historia, valiéndose de la "real" labilidad adolescente y del cliché de vivir un día enamorado de María, para que al siguiente te enamores de Juana, pero cuando vuelves a ver a Susana, sientes un feeling, y terminas embrollado porque no sabes a quien quieres en realidad. [Esto es algo que me perturba y mucho, bueno, exagero un poco, pero es que si quiero leer algo de romance, que leo un libro de romántica, si me apetece una historia de sci fi, lo que menos quiero es ser testigo de la manera más insulsa y poco creíble de crear un romance, no digo que de plano no puedan haber libros de equis género en donde el romance no esté creíble y plausiblemente ideado, que los hay, pero...]
- Lo confiado y obtuso que es Erik en ciertos aspectos, tiene frente a sus narices la verdad, y se niega a reconocerla, no solo por despiste, sino por memo... paro luego, tres líneas más abajo, soltarse una parrafada digna del más revolucionario y héroe perfectillo. [No quiero sonar como la más mala del mundo mundial, pero a los enemigos solo se les ofrece dos cosas: una es un cálido refugio en las entrañas de la tierra, tres metros bajo ella; o en una cómoda prisión donde lo puedas tener vigilado 24/7. No los liberas para que luego, producto de tu superioridad moral y ética, te clave un puñal por la espalda, y tu otra vez le perdones, y volvamos una y otra vez a lo mismo... quizá sea por este punto que The Walking Dead, me gusta y tanto, si hay que matarlos, los matas así de simple, es ellos o tú]
- Lo fácil que el lector intuye las cosas, lo simple que es darse cuenta que es verdad y que es mentira, cual es la razón para que suceda eso y pase lo otro.
- Pero sobre todo lo que más me ha "afectado" es dar la vuelta a la página y toparme con los Agradecimiento... o sea si no es porque veo el título "Agradecimientos", ni me entero de que acababa de leer las últimas línea del libro, para que os imaginéis que tan brusca ha sido la evolución.
Una historia que prometía mucho pero que no cumple, al menos mis expectativas, quizá para alguien no tan aficionado al sci fi y a la tecnología y sus avances, el libro sea lo más. Unos tópicos muy típicos, una desbordante acción que se vuelve repetitiva y más de lo mismo, pero que tiene un par de giros que si no se es muy crítico ni criticón, hace del libro una historia "ni buena, pero tampoco mala". Vamos que del 1 al 5, se lleva un tres.
¿Lo volvería a leer? La verdad que no, ocuparía ese tiempo viendo La Isla, Gattaca, o leyendo el libro de Thilliez, o Desconexión de Neal Shusterman.
¿Me arrepiento de su compra y lectura? No, porque si no lo hubiera comprado, no lo hubiera leído, y si no lo hubiera leído, no me habría desengañado, y estaría "pendiente" porque alguien me prestara el libro. ^^,
Pero ya sabéis es solo mi opinión y como tal es muy personal y no tan imparcial como se debiera, seguramente habrá a quien el libro le fascine.
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